viernes, 29 de marzo de 2013

Semana Santa 2013: "La ciencia permite pensar que la Sábana Santa es auténtica"

El estudio de la Síndone de Turín Santa sigue atrayendo creyentes y científicos

Fotografías de la Sábana Santa./lainformacion.com
Nicolás Dietl, del Centro Español de Sindonología (C.E.S.), explica las controversias.
Después de la datación del carbono 14, ¿terminó la investigación?

No. Hubo estudios in situ muy importantes en los años siguientes, en torno a la restauración de 2002. En esa fecha ya se sabía que la datación por Carbono 14 no era del todo fiable. Hay estudios científicos, como el del equipo mutidisciplinar norteamericano de 1978, que permiten pensar que la Sábana o Síndone de Turín fue realmente la que envolvió el cuerpo de Jesús.

¿Por qué?
La datación con radiocarbono da problemas en los tejidos. Se debieron estudiar y datar varias partes del lienzo, no solo una parte de un extremo (más dañado por siglos de deterioro y contaminación). Además, esa datación no despejó la duda principal: cómo pudo formarse una imagen tan precisa con las técnicas de la Edad Media. Tampoco explica por qué las pruebas de 1978 detectaron pólenes del siglo I.

¿Se puede ser sindonólogo sin ser cristiano?
Sí, ese es el caso de Barry Schwortz, judío, que fotografió el lienzo para la primera gran investigación norteamericana de 1978. También es verdad que hay gente que ha aceptado la Fe tras reconocer que la evidencias científicas concuerdan hasta el detalle con lo que está escrito en los Evangelios.

¿Por qué el Vaticano no aclaró las cosas?
Eso no es competencia del Vaticano sino de los periodistas. El Cardenal de Turín emitió un comunicado oficial en 1988 informando de que las pruebas del carbono 14 realizadas sobre unos trozos de la sábana remitían a un periodo comprendido entre los siglos XIII y XIV. Y a continuación decía que no se sabía cómo era posible que la imagen llegara allí. Pues bien: medios supuestamente de prestigio concluyeron que el Vaticano había reconocido que la imagen era una pintura medieval. Nada de eso fue dicho por el cardenal Bellestrero en el comunicado que leyó.

¿Cuales son las razones para creer que la Síndone es auténtica?
El tejido presenta la imagen frontal y dorsal de un hombre –imagen cuyo proceso de formación nadie ha sabido explicar científicamente de modo satisfactorio –, muerto con una crucifixión al estilo romano. El detalle de los golpes coincide con lo que los historiadores conocen de los métodos de flagelación del ejército romano. Y las características de la muerte también coinciden con los relatos evangélicos del siglo I.

¿Y las objeciones científicas más dignas de consideración?
Sin duda, la datación, pero no por las conclusiones del carbono 14, que están refutadas, sino porque no se sabe con absoluta certeza cómo pudo llegar la Sábana desde Tierra Santa a Europa antes de la Edad Media.

¿Cuáles son las principales líneas de investigación?
Por ahora, la histórica. La tela contiene polen de 33 plantas que crecen en Palestina, Turquía, Francia e Italia. Hay que averiguar cómo y por qué estuvo en esos lugares.

¿Cuál fue el periplo que realizó en esos países?
Los historiadores manejan abundantes fuentes documentales que apuntan a que la Sábana estuvo doblada, dejando ver solamente el rostro, durante varios siglos. De Judea pasó a Edessa, en la actual Turquía, de ahí a Constantinopla, donde estuvo hasta el siglo XIII, y de ahí pasó a Europa, muy probablemente por el ducado de Atenas. Apareció en Lirey (Francia) en 1353, de ahí pasó a Chambèry en 1452, y de ahí a Turín en 1578.

Algunos investigadores dicen que en los párpados de la imagen aparece el contorno de unas monedas del siglo I. ¿Es un dato fiable?
Es un dato interesante, porque de ser cierto se trataría de un leptón, moneda de ínfimo valor que se acuñó entre el año 26 y 36 de nuestra Era. Ahora bien: ¿es posible que unos judíos piadosos enterraran a su maestro poniéndole sobre los ojos inertes unas monedas con imágenes paganas del pueblo que les oprimía? Los griegos sí acostumbraban a poner monedas en los ojos de los cadáveres, pero no está acreditado que también lo hicieran los judíos. Por otro lado, otros científicos con fotografías de alto contraste no han encontrado tales monedas, por lo que hay que ser sumamente riguroso con lo que se sabe y con lo que no.